Respeto
La columna de opinión Antivirus que firma en el Diario de Valladolid-El Mundo el periodista José Luis Fernández del Corral todos los viernes no se ha publicado este viernes 5 de febrero de 2021. Por este motivo lo incluimos en nuestro blog de opinión y porque habla de los despidos de los compañeros y compañeras de Edigrup-El Mundo en cuatro diarios de Castilla y León.
El artículo lleva un preámbulo escrito por el propio periodista que dice: "Respeto. Así se titula mi Antivirus de este viernes. Una semana dura para mis compañeros de El Mundo de Castilla y León, para los cinco despedidos y para el resto que han perdido el empleo en el grupo de comunicación. De esto va mi columna. La dirección del periódico ha decidido no publicarla; es la primera vez que ocurre con un Antivirus"

HACE casi 30 años me despidieron de un periódico por practicar una de las causas más hermosas que dignifican al ser humano en esta sociedad invadida por el individualismo y el mercadeo más feroz: la solidaridad. Sentí, sentimos muy de cerca, el calor de ese compromiso cuando lo practicaron con mis compañeros y conmigo a través de una publicación que llamaron Antivirus. Nada mejor que ese nombre para encabezar esta columna desde hace casi seis años. Pedí permiso a su mentor y desde entonces antivirus es para mí sinónimo de causas dignas, entre ellas la solidaridad.
Entre aquel 1991 y el pasado 2019, cuando decidí jubilarme como asalariado -nunca como periodista-, escribí muchas veces sobre despidos, paro, empleo y precariedad. En demasiadas ocasiones olvidando que detrás de un despedido o de un parado hay otros dramas personales o familiares y no solo frías cifras estadísticas. En demasiadas ocasiones ignoré esa angustia y casi nunca reflejé los sufrimientos reales de quienes, bloqueados, ven con extrema inquietud su futuro más inmediato.
España vuelve a rozar esta semana los cuatro millones de parados y Castilla y León los 174.000. La pandemia y los otros virus dejan en la calle a 30.000 castellanos y/o leoneses en un año y a más de 5.000 en solo un mes. ¿Imaginan ustedes 5.000 dramas personales seguidos sumados a la incertidumbre que genera el bicho?
Cuando salgan las cifras de febrero volverán las gélidas crónicas estadísticas sobre los parados y ahí estarán incluidos mis cinco compañeros a los que en esta semana les han comunicado con mano de hierro el despido. ¡Un abrazo compañeros!
Salvo la vacuna contra el individualismo, no hay antivirus alguno que nos evite este tipo de dramas; máxime cuando el diálogo brilla por su ausencia. La aguja de la brújula moral de esta economía mercantil no entiende de empatías ni de circunstancias personales. Y los medios de comunicación son empresas que operan en este engranaje. Que nadie lo olvide. Los periodistas, impregnados a veces de esa sobredosis de individualismo, no somos excepciones ni vivimos en estadios superiores que nos blinden de las miserias que atacan al común de los ciudadanos.
“Rigor, pluralidad, el fin de la precariedad, compromiso con los más vulnerables, respeto a los trabajadores, formación y transparencia empresarial”. Eso es lo que hace unos días, con motivo del patrón de los periodistas, pedí a quien corresponda a través de Twitter. Hoy, la tristeza y la impotencia me llevan solo a reivindicar el respeto que merecen los trabajadores que han contribuido a levantar una empresa.